La oración resalta la omnipotencia de un ser supremo que da a cada persona los dones requeridos para darse en cuerpo y alma a quienes los necesitan, con amor y total desinterés, como muestra de agradecimiento y retribución para los demás, la Institución y la patria.
Señor:
dadnos la fortaleza de hombres valerosos
Para trabajar siempre en pro de la humanidad adolorida,
Los corazones sin odio para entregar lo mejor de nosotros
A los que sufren, a los que lloran, los que han perdido su techo,
Su pan, sus seres queridos por los incendios, por las inundaciones,
Por los terremotos, por los accidentes.
Señor:
Mantén nuestras almas dispuestas siempre para ayudar
a los pobres y marginados, los desplazados,
las madres cabeza de familia, a los abandonados
que buscan a diario y con penuria la manera de vivir.
Que siempre estemos a la hora precisa para efectuar los salvamentos,
suministrando los primeros auxilios en tu nombre.
Que no haya odio en nuestros espíritus
Que nuestras bocas canten tus alabanzas y
Que el trabajo brille en nuestras manos haciendo siempre
El bien, para probar en todo momento que somos tus hijos
Y para así sentirnos verdaderos colombianos.
Señor:
bendícenos para que estemos siempre
“LISTOS EN PAZ O EMERGENCIA”